AGUASCALIENTES, AGS.- Un taxista estuvo a punto de ser ejecutado a balazos por unos sujetos que tras dispararle en varias ocasiones y herirlo en una de un rozón se dieron a la fuga en un automóvil y no fueron detenidos.
El trabajador del volante no ameritó ser hospitalizado, aunque la unidad de alquiler sufrió algunos daños por los proyectiles y fue asegurado y trasladado ante las autoridades ministeriales.
La víctima del atentado dijo llamarse Ramón Chanon, de 43 años de edad y con domicilio en la calle Coesillo y San Francisco de los Viveros del fraccionamiento Ojocaliente III.
A su cargo traía el taxi número 287, un Nissan Tsuru, modelo 2014, en color blanco, del sitio Infonavit Las Viñas y con placas de circulación A-287-AAA.
El sábado 20 de octubre, por la noche, a bordo de esta unidad de motor fue buscar a su menor hija a un domicilio en el fraccionamiento Balcones de Oriente, pero al no encontrarla decidió regresar a su casa.
Al llegar y estacionarse, repentinamente apareció en escena un coche Chevrolet Chevy, en color rojo, del que descendieron dos sujetos y se aproximaron a Ramón y le dispararon en varias ocasiones para intentar privarlo de la vida.
Luego de la agresión, los tipos regresaron al carro particular y se dieron a la fuga a toda velocidad, mientras que algunos vecinos del taxista que escucharon las detonaciones de arma de fuego reportaban los hechos a los servicios de emergencia.
Las llamadas de auxilio se recibieron al filo de las once y media de la noche, por lo que rápidamente se dirigieron al lugar oficiales de la Policía Municipal del Destacamento Jesús Terán Sur.
Al hacer acto de presencia, entrevistaron a Ramón para conocer su versión de la agresión, confirmando que presentaba un rozón en el hombro derecho por uno de los balazos, aunque no era necesario trasladarlo a ningún hospital.
Además, verificaron que el taxi presentaba impactos de bala en el parabrisas y en el cofre y que en la escena había seis casquillos percutidos calibre .380 de las marcas Águila y Win, por lo que acordonaron el lugar.
Posteriormente llegaron elementos de la Unidad Municipal de Atención Inmediata (UMAI), que se encargaron del levantamiento de tales casquillos.
Finalmente, el taxi baleado, en una grúa, fue llevado a la Fiscalía General del Estado junto con el taxista para que interpusiera la denuncia respectiva por el atentado del que fue víctima.
Los uniformados trataron de localizar a sus agresores, pero no lo consiguieron.