- Atendían agresión a un individuo en Buenavista de Trujillo y tras detener a un “halcón” fueron agredidos a tiros por integrantes de un grupo delictivo
- Repelieron el ataque y los persiguieron, pero no tuvieron apoyo de la Guardia Nacional, la SEDENA y Policía de Investigación pese a solicitarlo
- “NO HE BAJADO LA GUARDIA NI UN SOLO INSTANTE EN LAS ACCIONES ENCAMINADAS A FORTALECER LA SEGURIDAD”: ALEJANDRO TELLO
FRESNILLO, ZAC.- Oficiales de la Policía Estatal fueron blanco de un ataque armado en la comunidad Buenavista de Trujillo, perteneciente a Fresnillo, cuando atendían la agresión a un individuo y el cual perdió la vida posteriormente en el Hospital General de la cabecera municipal.
Los uniformados, en el lugar del atentado, detuvieron a un “halcón” (informante) de un grupo delictivo, tras de lo cual fueron atacados a balazos por sicarios, a los cuales persiguieron alrededor de una hora pero no pudieron detenerlos ya que no tuvieron el apoyo de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y de la Policía de Investigación pese a que lo solicitaron.
Pese al enfrentamiento, no se reportaron policías muertos ni heridos, aunque una patrulla resultó dañada ya que los delincuentes, durante la persecución, les arrojaron estrellas metálicas poncha-llantas.
Los hechos tuvieron lugar el martes 9 de enero.
Los elementos de la Policía Estatal fueron enterados que en la citada comunidad Buenavista de Trujillo se había registrado una agresión con arma de fuego, por lo que se trasladaron al sitio pero no encontraron nada y regresaron a la cabecera municipal de Fresnillo.
No obstante, a su retorno, se les notificó que al Hospital General de Fresnillo, a bordo de una camioneta Jeep Cherokee, en color blanco, había llegado un hombre herido de bala y el cual provenía precisamente de Trujillo, aunque falleció cuando recibía atención médica.
Ante esto, entre las diez y las once de la noche, los policías estatales regresaron a dicha población y solicitaron el apoyo de los elementos de la Guardia Nacional, de la SEDENA y de la Policía de Investigación, pero éstos los ignoraron.
Los uniformados, de nueva cuenta en Buenavista de Trujillo, realizaron un recorrido y lograron encontrar una camioneta tipo Pick-Up, de doble cabina, que presentaba daños por impactos de bala, principalmente en el parabrisas y la ventana izquierda, determinando que en ella viajaba el hombre baleado y que posteriormente murió el nosocomio mencionado.
Además, cerca de tal unidad detectaron casquillos percutidos.
En esos momentos, los oficiales detectaron que al sitio llegaba un sujeto sospechoso, presumiendo que se trataba de un “halcón” (informante) de un grupo delictivo, por lo que lo interceptaron y detuvieron.
Aparentemente, las personas que lo mandaron al lugar de la agresión para que investigara qué estaba sucediendo, le estuvieron llamando para pedirle informes, pero ya no les contestó por su arresto.
Ante esto, al sitio se trasladaron varios sicarios a bordo de tres camionetas tipo Pick-Up y al llegar descubrieron a los policías estatales resguardando la unidad baleada, por lo que comenzaron a agredirlos con disparos de arma de fuego.
Los uniformados repelieron la agresión y entonces los sicarios decidieron darse a la fuga en las tres camionetas.
Los oficiales fueron en su persecución desde Buenavista de Trujillo hasta la comunidad Niño Artillero, en un recorrido de entre 45 minutos a una hora.
En el trayecto, los sicarios continuaron disparándoles y les arrojaron estrellas metálicas poncha-llantas, por lo que una patrulla resultó dañada.
A final de cuentas, los agresores lograron escapar sin que los elementos de la Policía Estatal pudieran darles alcance debido a la falta de apoyo que les negaron las corporaciones a las que se lo solicitaron.
No obstante, pese a la agresión armada, tampoco hubo policías muertos ni lesionados.