• Recibieron condenas desde los 77 hasta los 107 años de prisión por varios delitos

AGUASCALIENTES, AGS.- Tres sicarios que participaron en el llamado “jueves negro” del 2007, en donde murieron acribillados cuatro policías preventivos en el boulevard Juan Pablo II, a la altura de la Universidad del Valle de México (UVM), al poniente de la ciudad, recibieron sentencias condenatorias que van desde los 77 hasta los 107 años de prisión tras ser hallados culpables de varios delitos.

Los sentenciados son Mario León González alias “El Mario”, que recibió una pena de 107 años 6 meses de prisión; Aarón Díaz Hernández alias “El Púas” o “El Chaneke” o “Clave 22”, que fue condenado a 97 años 6 meses de cárcel, y José Luis Hernández Gutiérrez alias “La Parka” o “Clave 25”, que recibió una condena de 77 años 6 meses de prisión.

Los tres fueron catalogados como integrantes del Cártel del Pacífico y recibieron condenas por delincuencia organizada en la modalidad de delitos contra la salud y secuestro, homicidio doloso calificado y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacional.

El citado “jueves negro” ocurrió el 15 de febrero del 2007, poco antes del mediodía, en el lugar antes mencionado.

Ahí murieron ejecutados a balazos el comandante José Juan Navarro Rincón y los oficiales Juan Rivera Molina, Eduardo Flores y Genaro Sandoval Salas, de la Preventiva Municipal.

Alrededor de las once de la mañana, en el boulevard Juan Pablo II, se volcó una camioneta blindada Chevrolet Suburban, en color negro y con placas de circulación HZG-55-00 de Jalisco, que resultaron ser sobrepuestas ya que correspondían a un auto Nissan.

Dicha unidad era conducida por Norberto Hernández González alias “La Sombra” o “Clave 18”, que resultó gravemente herido y el cual transportaba, entre algunos objetos sospechosos, varias armas de fuego largas y cortas, chalecos anti-balas, etc., por lo que al lugar acudieron varios sujetos para llevarse todo en otros vehículos.

Lo anterior fue visto por varios testigos, que de inmediato se comunicaron a los servicios de emergencia para reportar tal situación, por lo que al lugar acudieron los elementos de la Policía Preventiva.

Los uniformados detuvieron a varios sujetos sospechosos, pero instantes después arribaron varios sicarios para rescatarlos a bordo de una camioneta Suburban, en color blanco, y un automóvil Nissan Tsuru, por lo que éstos acribillaron a los policías municipales, que cayeron abatidos a balazos.

El oficial Genaro Sandoval Salas, aún con vida, fue llevado al Hospital General de Zona número 1 del IMSS, pero finalmente falleció.

Luego de los hechos, elementos de todas las corporaciones policíacas se movilizaron y lograron detener a varios de los sicarios en la colonia Loma Bonita, cerca del lugar de la ejecución, y a otros más en el rancho “El Chacho”, en Jesús María, en donde incluso se registró un enfrentamiento a balazos con los delincuentes.

Tras los hechos y en varios operativos se detuvo al mencionado Norberto Hernández González, “La Sombra” o “Clave 18”; Mario León González, “El Mario”; Manuel Cota Yamamoto, “Kamatsu” o “Yamamoto” o “Clave 36”; Guadalupe González Ramos, “El Lupe” o “Clave 21”; José Manuel Hernández Hernández, “El Gato” o “Clave 20”; Benito López Ramírez, “El Coreano” o “Clave 24”; Óscar Aguayo Saldívar; Esteban López Sánchez, “El Scar” o “El Escar” o “Clave 14”; René Vázquez Contreras, “El Martín” o “Clave 16”; Jesús José Tinoco García, “El Sub” o “Clave 12”, y Juan Carlos Tinoco García.

Además, también se detuvo a los agentes ministeriales Javier Arredondo Martínez “El Soldado”, Javier Cortés Menchaca, “El Cortés” o “Clave 34”, el sub comandante Braulio Hernández Quiterio, “El Braulio” o “Clave 35”, y el comandante Juan Martín Belmares Castillo, “El Comandante Lobo” o “Clave 33”, y el sub comandante de la Policía Preventiva Juan Manuel Nieves Romo.

Posteriormente, en el mes de abril del 2007, durante la Feria de San Marcos, se arrestó a Aarón Díaz Hernández, “El Púas” o “Chaneke” o “Clave 22”; José Luis Hernández Gutiérrez, “La Parka” o “Clave 25”, y Juan Albero Hernández Aguilar, “El Beto” o “Clave 23”.

En esos operativos se aseguraron 4 vehículos, 110 armas largas y 5 cortas, 821 cartuchos y 28 cargadores.

Otro de los detenidos el mismo día de los hechos resultó ser Rigoberto Soto Zermeño, que fue arrestado en la salida a Calvillo, aunque desde ese momento se dijo inocente y ajeno a los hechos, argumentando que había venido a esta ciudad procedente de Encarnación de Díaz, Jal., en compañía de su patrona a comprar materiales y que no participó en la cuádruple ejecución de los policías.

Finalmente, Rigoberto Soto Zermeño fue puesto en libertad a casi tres años de distancia de los hechos, luego de que logró demostrar que él nada tuvo que ver con los asesinatos y que no formaba parte del grupo de dichos delincuentes.

Con él son dos los detenidos que han sido puestos en libertad, debido a que en el 2009 también abandonó la cárcel la agente de la Policía Ministerial María Elena Ochoa Alvarado, que igualmente fue detenida por estar presuntamente relacionada con los sicarios que participaron en ese “jueves negro”, aunque tampoco se le logró demostrar nada.

Los demás detenidos fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público de la Federación y se les arraigó, pero el miércoles 16 de mayo del 2007 fueron llevados al CEFERESO número 2 de Puente Grande, ya que el Juez Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en el estado de Jalisco les giró órdenes de aprehensión y el día 24 del mismo mes les dictó el auto de formal prisión por los delitos ya mencionados.

En el 2015, dicho Juez sentenció a Mario a 185 años de cárcel; a Aarón a 175 años, y a José Luis a 107 años de prisión, pero decidieron apelar dichas condenas y un Tribunal Unitario ordenó al Juez la reposición del juicio.

Pese a ello, el AMPF logró acreditar la culpabilidad de los tres sicarios en los delitos de delincuencia organizada en la modalidad de delitos contra la salud y secuestro, homicidio doloso calificado y portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Nacional.

Por lo anterior, el Juez volvió a sentenciarlos: esta vez, Mario León González recibió una condena de 107 años y 6 meses de prisión, y 400 días de multa que equivalen a 19 mil 40 pesos; Aarón Díaz Hernández fue condenado a pasar 97 años y 6 meses en prisión, y al pago de 400 días multa, y José Luis Hernández Gutiérrez fue sentenciado a 77 años y 6 meses de prisión, y al pago de 250 días multa que equivalen a 11 mil 900 pesos.

Noticiero El Circo