AGUASCALIENTES, AGS.- Un empleado que viajaba en una bicicleta murió de manera instantánea ya que cayó en una zanja de 2 metros de profundidad de una obra de agua potable que fue excavada y dejada abierta sin precaución en el fraccionamiento Ojocaliente I y se golpeó severamente en la cabeza.
El ahora occiso fue identificado como Alejandro Vargas Rentería, contaba con 58 años de edad, era casado y tuvo su último domicilio en la calle Cumbres del fraccionamiento Ojocaliente I.
La tragedia ocurrió el viernes 16 de enero, a las ocho y media de la noche, en la calle El Milagro casi esquina con la calle Las Cumbres.
El empleado salió a trabajar a las ocho y media de la mañana y la zanja la abrieron a las 10:00 horas, por lo que al volver a su casa no sabía de su existencia y por ello ocurrió el incidente que le costó la vida.
Alejandro regresaba a su domicilio una vez que concluyó con sus actividades laborales, por lo que viajaba a bordo de una bicicleta de las denominadas “lecheras”, en color rojo.
El circular por la calle El Milagro, que era su ruta habitual, no se percató de la zanja y por la falta de alumbrado público pasó sobre ella y cayó estrepitosamente.
El quincuagenario se golpeó la cabeza contra la orilla del concreto que había sido cortado para realizar la obra, lo que le provocó una muerte casi instantánea, luego de lo cual cayó por completo al interior de la zanja.
Vecinos de la zona que se percataron del accidente dieron aviso a los familiares del ciclista, por lo que uno de sus hijos acudió al sitio y se metió a la zanja, dándose cuenta que su papá no reaccionaba, por lo que pidió ayuda a los servicios de emergencia.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Preventiva en las unidades 0498 y 0108, así como personal de Bomberos en la unidad UPB-01 y la UE-17, así como Protección Civil, ambos municipales, en la UE-42, además del personal de Atención Prehospitalaria en la ambulancia UE-52.
A su llegada ingresaron de inmediato a la zanja para brindarle los primeros auxilios al ciclista, pero al revisarlo confirmaron que ya había perdido la vida.
Finalmente, hicieron acto de presencia el agente del Ministerio Público, que dio fe de los hechos, investigadores del Grupo Homicidios y personal de Servicios Periciales, que trasladaron el cuerpo del ciclista al SEMEFO para la práctica de la autopsia de ley, que reveló que murió de un edema y hemorragia cerebral por traumatismo craneoencefálico severo.