AGUASCALIENTES, AGS.- Hoy poco después de las 11 de la mañana se registró una lamentable tragedia que le costó la vida a un alarife que se encontraba trabajando en la azotea de un inmueble en construcción, luego de tocar accidentalmente los cables de alta tensión que lo electrocutaron.
El hoy occiso llevó en vida el nombre de José Eduardo Rodríguez Reyes, quien tenía 25 años de edad.
Aún y cuando los cuerpos de emergencia arribaron al lugar inmediatamente, los paramédicos ya no pudieron hacer nada por el infortunado albañil, ya que al momento de auscultarlo confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
Los hechos se registraron en el domicilio ubicado en la calle Pascual Cornejo número 402 esquina con José Calvillo en el fraccionamiento José López Portillo.
De acuerdo a la información recabada en el lugar de los hechos por las autoridades policiales, se logró establecer que José Eduardo había sido contratado junto con una flotilla de albañiles para llevar a cabo trabajos de remodelación en el inmueble arriba mencionado.
Como todos los días, el hoy occiso llegó hoy al inmueble y comenzó con sus labores y para subir a la azotea armaron un andamio metálico justo frente a la fachada del lugar.
Enseguida, José Eduardo tomó una regla metálica y subió por la estructura metálica, sin embargo, al llegar a la parte alta, accidentalmente hizo contacto con los cables de alta tensión, sufriendo una fuerte descarga eléctrica.
Los compañeros del albañil, al escuchar el estruendo que dejó sin luz a varias calles de la colonia, rápidamente subieron al lugar y lo encontraron tirado e inconsciente.
Debido a esto, llamaron al servicio de emergencias 911 para solicitar una ambulancia, arribando paramédicos a bordo de una ambulancia de la Cruz Roja para auscultar el cuerpo.
Lamentablemente, los técnicos en urgencias médicas confirmaron que el albañil carecía de signos vitales, por lo que acordonaron el área y requirieron la presencia del personal de la Fiscalía General.
Minutos después arribaron elementos del grupo Homicidios y de Servicios Periciales, facultados por un Agente del Ministerio Público para llevar a cabo las diligencias, y una vez que éstas culminaron, se ordenó el levantamiento del cadáver y su posterior traslado al Servicio Médico Forense, donde se le practicaría la necropsia de ley.