AGUASCALIENTES, AGS.- Un hombre muerto y en estado de putrefacción fue localizado a un costado del Río San Pedro, en las inmediaciones de un fraccionamiento residencial, al norte de la ciudad.
El individuo no pudo ser identificado por las condiciones en las que se encontraba ni tampoco se pudo presumir su edad.
El hallazgo del cadáver tuvo lugar el miércoles 12 de agosto, alrededor de las tres de la tarde con diez minutos, en la ribera del mencionado Río San Pedro, a la altura de la avenida Los Jarales y la calle Las Huertas del fraccionamiento Campestre La Herradura.
Una persona que pasaba por el sitio observó a una persona tirada a un lado de la orilla, por lo que se alejó para dar aviso a las autoridades.
Sin embargo, antes de que lo hiciera, por el lugar pasaron oficiales de la Policía Montada de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, que en esos momentos realizaban un recorrido de vigilancia por la zona.
El testigo, al verlos, los interceptó para informarles que acababa de encontrar a una persona a un lado del Río San Pedro, señalándoles el punto exacto donde se hallaba.
Los uniformados se aproximaron al sitio que les refirieron y confirmaron la presencia de un hombre, que yacía tirado en el suelo, boca abajo y entre la maleza.
A simple vista notaron que vestía pantalón negro y una camiseta en color blanco.
Los oficiales procedieron a acordonar el lugar para cuidar el escenario del hecho, notificando del hallazgo a la Fiscalía General del Estado.
Por lo anterior, al lugar acudieron agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación para iniciar las pesquisas correspondientes, entrevistando a la persona que descubrió el cadáver para que les diera detalles de la forma en que lo hizo.
Posteriormente hicieron acto de presencia elementos de la Dirección General de Investigación Pericial, que se encargaron del levantamiento de indicios y de trasladar el cuerpo del desconocido al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley, aunque las causas de su muerte fueron indeterminadas por el avanzado estado de putrefacción que presentaba, estableciéndose que varios de sus órganos fueron comidos por fauna carroñera.