- Los sicarios los dejaron abandonados en un entronque sin hacerles daño
- “2018 AÑO DE LA SEGURIDAD PARA ZACATECAS”
Foto: Google
VALPARAÍSO, ZAC.- Tras las primeras investigaciones realizadas por las autoridades ministeriales sobre la ejecución de un hombre en este municipio, se estableció que los dos encapuchados que lo mataron secuestraron a dos de sus hijos, menores de edad, a quienes se llevaron en un vehículo de la familia, aunque luego los dejaron abandonados sin hacerles ningún daño.
Padre e hijos cuidaban a una ancianita de 93 años de edad cuando ocurrieron los hechos.
El atentado sucedió el viernes 17 de agosto, alrededor de las dos y media de la madrugada, en una casa de la calle República de la colonia Francisco I. Madero.
El occiso fue identificado como Antonio “N” y contaba con 52 años de edad.
Él estaba en esa casa cuidando a su mamá, conocida como Doña Rita, de 93 años, por lo que se encontraba en un sillón de la sala, mientras que sus dos hijos menores, uno de 11 años, estaban en un cuarto.
Dos sujetos encapuchados ingresaron a la vivienda y ejecutaron al quincuagenario de un balazo en la cabeza.
Al escuchar el disparo, los dos niños se levantaron y salieron de su cuarto para dirigirse a la sala, donde encontraron a los encapuchados, uno con un arma de fuego larga y el otro con un arma de fuego corta, al parecer un revólver.
Los hermanitos observaron a su papá ya sin vida sobre un sillón.
Los sicarios, al ver a los niños, los tomaron como rehenes y se los llevaron secuestrados en un vehículo de la misma familia.
Posteriormente, los encapuchados los dejaron abandonados, junto con el vehículo, en un entronque, muy cerca de su hogar, por lo que los propios menores reportaron los hechos a las autoridades.
Elementos de las corporaciones policiacas se movilizaron de inmediato y comprobaron que los dos menores se encontraban bien, sin ningún daño.
Los niños les informaron lo sucedido, por lo que se movilizaron en busca de los encapuchados, pero no los localizaron.
Elementos del Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses se trasladaron al domicilio donde ocurrió el homicidio pero no encontraron ningún casquillo percutido, por lo que dedujeron que los asesinos recogieron evidencias del hecho.
Terminadas las diligencias, levantaron el cadáver y lo trasladaron al SEMEFO para la práctica de la necropsia de ley.