AGUASCALIENTES, AGS.- Agentes de la Comisaría de la Policía Ministerial detuvieron a un sujeto que mandó ejecutar a una mujer debido a que ella se quedó con el negocio de venta de drogas que tenía su marido, que también había sido asesinado por órdenes del mismo individuo.

El tipo estuvo preso en Puente Grande, Jalisco, por delincuencia organizada y al recuperar su libertad fue arrestado por haber ordenado el asesinato de la fémina, por lo que se le trasladó a esta ciudad para que responda por tal crimen.

Se trata de Julio César (a) “El Cala”, de 33 años de edad, ya preso en el CERESO Aguascalientes debido a que el juez Tercero Penal le giró una orden de aprehensión por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación, alevosía y ventaja, en agravio de Paola Alejandra Romo Morales.

Esta mujer contaba con 27 años de edad, era madre de 4 hijos y tuvo su último domicilio en el fraccionamiento Vista Alegre, en el sur de la capital.

Fue esposa del traficante de drogas Óscar Araujo López, que se dedicaba a la venta de estupefacientes y durante varios años estuvo operando en el Infonavit IV Centenario de esta ciudad.

Óscar era conocido como “El Óscar” y/o “El Tonaca” y/o “El Sol” y fue ejecutado a balazos la mañana del domingo 27 de marzo del 2011 mientras se encontraba presenciando unas peleas de perros clandestinas en un galerón derrumbado en el rancho La Cieneguita, en San Miguel El Alto, Jalisco.

La Fiscalía General del Estado informó que “El Cala” era miembro de la organización criminal “La Oficina” y que como tenía rencillas con “El Óscar” lo mandó ejecutar.

Tras el asesinato de su esposo, Paola Alejandra se fue a vivir a Houston, Texas, aunque ella se quedó con el negocio de su marido, es decir, que siguió operando el tráfico de drogas desde aquella ciudad de Estados Unidos, de lo cual se enteró “El Cala”.

En septiembre del 2012, Paola Alejandra regresó a Aguascalientes por un periodo de tres semanas para arreglar algunos problemas que había con los documentos de sus cuatro hijos.

Julio César se enteró del retorno de la fémina a territorio mexicano y por lo cual también la mandó ejecutar al igual que a su esposo.

El homicidio de la joven se registró el sábado 29 de septiembre del 2012, alrededor de las once y media de la mañana, sobre la segunda privada San Marcos, en el fraccionamiento Jardines de la Luz.

A dicho lugar, Paola Alejandra acudió a bordo de una camioneta Chevrolet Cheyenne, de doble cabina, en color blanco, de modelo reciente y con placas de circulación GL-86-336 de Guanajuato.

La dejó estacionada frente a las casas marcadas con los números 301 y 303, tras de lo cual descendió y caminó unos pasos para llegar a la estética “Palacios”, donde presuntamente le hicieron un corte de cabello.

Al terminar, le dijo a la encargada que iría a su camioneta por el dinero para pagarle y entonces abandonó el local y regresó a la unidad, sin sospechar que un sujeto vestido completamente de negro ya la estaba esperando para asesinarla.

El sicario, al verla caminar hacia el vehículo, se acercó a ella.

Paola Alejandra abrió la puerta del lado del conductor y se inclinó un poco hacia el interior de la cabina, al parecer para buscar en su bolso el dinero para pagar el corte de cabello.

Justo en esos momentos, el sujeto se paró detrás de ella y para llamar su atención la saludó diciéndole “…hola, cómo estás…”, por lo que la joven volteó y fue entonces que le disparó en dos ocasiones con un arma de fuego corta, al parecer calibre 40 o 45.

Uno de los proyectiles la impactó en el brazo derecho y el otro en el cuello y le salió por la boca, por lo que cayó boca abajo sobre el asiento delantero de su camioneta, quedando con los pies sobre el piso de la calle.

Tras la agresión, el sujeto abordó una motocicleta Italika en color negro y emprendió la huida velozmente sobre la propia segunda privada San Marcos hasta llegar a la avenida Josefa Ortiz de Domínguez, a la cual se incorporó hacia el norte para escapar.

Según testigos, el pistolero vestía de negro y llevaba puesto un casco de protección en color rojo.

A 3 metros de distancia del atentado, se encontraba un lavacoches trabajando, el cual escuchó las detonaciones y enseguida observó al motociclista huir rápidamente.

Otros vecinos del lugar también oyeron los balazos y se asomaron a ver qué sucedía, observando a la joven reclinada en el interior de la camioneta, pero no se atrevieron a acercarse.

Así pasaron algunos instantes hasta que el lavacoches les hizo señas de que se acercaran y cuando lo hicieron, se percataron que la joven aún estaba viva, aunque respiraba con dificultad, observándole sangre en el brazo y en el costado.

De inmediato se comunicaron a los servicios de emergencia para reportar lo sucedido y pedir ayuda, pero transcurrieron alrededor de 20 minutos para que hicieran acto de presencia.

Sin embargo, fue demasiado tarde, debido a que la joven ya había fallecido.

Las autoridades ministeriales iniciaron las investigaciones y descubrieron que Paola Alejandra había sido esposa de “El Óscar”, ejecutado un año atrás en Jalisco.

Además, establecieron que ambos homicidios habían sido ordenados por Julio César, por lo que el juez penal le giró una orden de aprehensión solamente por el asesinato de la mujer, ya que el de su marido ocurrió en Jalisco.

Se estableció que “El Cala” estaba preso en el CEFERESO número 2 de Puente Grande, Jalisco, donde purgaba una sentencia de 4 años de prisión por delincuencia organizada.

Los agentes ministeriales locales fueron enterados que saldría libre el viernes 23 de diciembre de este año, por lo que se trasladaron a dicho lugar y una vez que abandonó el reclusorio lo detuvieron por la orden de aprehensión por el homicidio de la joven y lo trasladaron a esta ciudad para su encarcelamiento.

Noticiero El Circo