SAN FRANCISCO DE LOS ROMO, AGS.- Un grupo de delincuentes saboteó la marcha del ferrocarril para saquearlo en los límites entre San Francisco de los Romo y Pabellón de Arteaga.
Los hampones bajaron de los vagones varios objetos que colocaron a un lado de las vías para llevárselos, pero su atraco fue frustrado por empleados de una empresa de seguridad privada y por oficiales de la Policía Municipal de “San Pancho”.
Los elementos lograron recuperar la mercancía robada, aunque una parte tuvo que ser destruida, además de que no pudieron detener a los delincuentes.
Un convoy del ferrocarril salió de Guadalajara rumbo a Torreón, donde entregaría una gran cantidad de diversos artículos.
El convoy era encabezado por las máquinas 4040, 4017 y 4002, que llevaban enganchados decenas de vagones.
Al entrar a territorio de San Francisco de los Romo, los amantes de lo ajeno lograron subir a algunas de las tolvas y sabotearon su marcha cerrando las válvulas de aire.
Con lo anterior, la llamada “mole de acero” detuvo su marcha forzosamente, por lo que los maquinistas de inmediato sospecharon lo que estaba por ocurrir y dieron parte a la empresa Centro de Operaciones Preventivas (COP), que brinda seguridad a FERROMEX.
Varios elementos de la compañía se trasladaron al sitio en el que el tren fue detenido mediante el sabotaje y comprobaron que varios sujetos lo estaban saqueando.
Además, llegaron en su apoyo los policías municipales de “San Pancho”.
Al percatarse de la pronta intervención de los guardias y policías, los delincuentes decidieron abortar el atraco y darse a la fuga corriendo en distintas direcciones, por lo que no pudieron ser detenidos.
Empero, los elementos lograron recuperar los objetos que ya habían bajado de los vagones, entre ellos cinco llantas con su respectivo rin, algunos tapetes y herramientas (gatos), además de costales de grandes dimensiones que contenían azúcar y almidón de maíz.
Los guardias subieron las llantas y demás accesorios a las tolvas y destruyeron los costales de azúcar y maíz debido a que esa fue la orden que recibieron.
Tras lo anterior, el tren pudo continuar su marcha, vigilado por los elementos de seguridad para evitar otro sabotaje.