Por: El Fakir

AGUASCALIENTES, AGS.- La posible salida de Norma Esparza como Presidenta del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha desatado una serie de dudas para algunos y alegrías para otros.

Los primeros que levantaron la mano y hasta humedecieron los bigotes y la barba para adueñarse del partido, son el grupo “Olivarista”, que ya huele a formol pero que aún siguen vivos por más increíble que esto parezca.

Otro de los grupos internos antagónicos al de Norma Esparza, es ahora el del Gobernador Carlos Lozano, quien por muchos medios y en las distintas elecciones ha intentado colocar a sus familiares como candidatos o en los puestos partidistas.

Una muestra muy clara es la de su hijo, José Carlos Lozano, quien comienza a reunirse con ex dirigentes del PRI, Diputados y Regidores para tratar de posicionarse como una carta fuerte en caso de realizarse el relevo en la dirigencia estatal.

Al “Jr.” le hace falta mucha trayectoria política y sobre todo el temple necesario para dirigir las huestes priistas, apenas se le conoce y los que ubican al personaje lo hacen obviamente por su parentesco con el Gobernador.

Ningún militante priista podría confiar en un dirigente que hace negocios con los panistas, específicamente con Antonio Martín del Campo.

José Carlos viaja a la Ciudad de México y se entrevista con personajes del grupo allegado a Manlio Fabio Beltrones, camina por los pasillos del Comité Estatal con esas ganas de que alguien lo llame Presidente, pero el joven amigo no se caracteriza por su gran pensamiento o su sentido político, sin su apellido posiblemente sería Representante de Casilla.

La proeza priista está desgastada antes de siquiera ser un candidato con posibilidades reales, afortunadamente o quizá desafortunadamente, el “Jr.” arrastra la imagen de su padre y en el PRI nadie olvida que fue justamente en este sexenio cuando se pierde la mayoría en el Congreso, las diputaciones federales y el Senado, la mayoría de las alcaldías y la Gubernatura.

Apenas puede verse una luz al final del túnel para el PRI en caso de que el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no les favorezca; y precisamente habrán de renovarse, pero ojalá se motiven los críticos y desalineados, esa es la única posibilidad de que el partido tenga una sacudida real, sin herederos de tronos abollados y mucho menos de mártires que resucitan cada final de elección aunque durante el proceso electoral se hayan sentado a ver cómo pasaban las cosas.

Noticiero El Circo