PABELLON DE ARTEAGA, AGS.- Tres integrantes de una familia prácticamente se salvaron de morir luego de que al viajar en su automóvil embistieron fuertemente a un caballo que se les atravesó en plena carretera y el operador no alcanzó a frenar.

Los ocupantes de la unidad de motor sufrieron golpes leves y un gran susto, mientras que el equino resultó con lesiones graves y podría ser sacrificado.

El accidente ocurrió alrededor de las cinco de la tarde con veinte minutos del pasado martes 16 de junio sobre la carretera 45 Norte y el entronque a la comunidad Las Palomas, en Pabellón de Arteaga.

Las víctimas resultaron ser Javier Contreras Ortega, de 55 años, su esposa Emma Murillo Cárdenas, de 53, y el hijo de ambos Javier Contreras Murillo, de 27 años, los tres vecinos de la comunidad La Punta, perteneciente al municipio de Cosío.

El automóvil en que viajaban era un Nissan Tsuru, color rojo, modelo 1990, con placas de circulación AEV-65-61 de Aguascalientes, que conducía el quincuagenario.

Durante el transcurso de la mañana, los tres familiares se trasladaron a la comunidad Palo Alto, en El Llano, para visitar a un hermano de Javier, con el que permanecieron varias horas.

Ya por la tarde decidieron regresar a su casa, por lo que el hombre tomó la Panamericana en dirección de sur a norte, sobre el carril central.

Justo en el entronque con la carretera que conduce a Las Palomas repentinamente vieron el corcel que cruzaba la cinta asfáltica de poniente a oriente a todo galope, por lo que Javier no alcanzó a frenar y lo impactó fuertemente.

El pesado animal cayó sobre el cofre y parabrisas de la unidad de motor y luego fue proyectado hacia un terreno fuera de la cinta asfáltica, donde quedó gravemente herido, con una fractura expuesta en una de sus patas.

Javier, por su parte, detuvo su marcha metros adelante para ver cómo se encontraban sus familiares.

El accidente se reportó a los servicios de emergencia y al lugar acudieron policías preventivos de Pabellón de Arteaga así como paramédicos de la Secretaría de Salud en la ambulancia ECO-333, que brindaron los primeros auxilios a los ocupantes del coche, pero determinaron que no era necesario trasladarlos a ningún hospital.

Al lugar llegó una joven de nombre Carolina Hernández Martínez, de 21 años, vecina de Lomas del Vergel, en San Francisco de los Romo, que comentó a este Diario que el caballo era conocido como “El Canelo” y que iba a tomar agua a un negocio de muelles y suspensiones propiedad de su tío en la 45 Norte, además de que siempre andaba deambulando solo por la cinta asfáltica, por lo que desconocían quién o quiénes eran sus propietarios.

Al ver las condiciones en las que estaba el animal, la joven no pudo contener el llanto.

Noticiero El Circo