AGUASCALIENTES, AGS.- La Fiscalía General de Estado obtuvo la autorización judicial para continuar con una indagatoria iniciada por los hechos delictivos de robo y homicidio doloso calificado con las agravantes de ventaja y alevosía; será dentro de dos meses que se dé paso a la etapa intermedia del caso.
La persona que se encuentra tras las rejas responde al nombre de Juan Armando “N”, tiene 24 años y le apodan “El Niñote”.
Al acudir a la información que concentra la carpeta de investigación, se advierten los suficientes datos de prueba para acreditar que, con alto grado de probabilidad, el pasado 20 de junio, minutos antes de la una de la madrugada, el agraviado de nombre Julio César, de 36 años, estaba sentado en una banca colocada en el exterior de una vivienda del fraccionamiento Ojocaliente I en el municipio capital.
En la velada le acompañaban varios sujetos, incluyendo al imputado, quien de forma repentina se puso de pie y le dio una patada en el rostro, ocasionando que se golpeara la cabeza y se desvaneciera.
A pesar del estado inconsciente del pasivo, Juan Armando continuó con la agresión, empleando pies y puños.
Luego, tomó un teléfono celular y una canina de la raza pitbull terrier americano, propiedades del agraviado, y se retiró con la intención de evadir la acción de la justicia.
Julio fue trasladado a recibir atención médica al Centenario Hospital Miguel Hidalgo; en donde los esfuerzos médicos no rindieron los resultados anhelados, pues falleció.
Luego de su deceso, Investigación Pericial recibió el cuerpo sin vida y practicó la necropsia correspondiente, obteniendo como causa un traumatismo craneoencefálico.
De forma paralela, la Policía de Investigación Criminal se abocó a las tareas operativas de investigación, aprehendiendo al indiciado como consecuencia y consignándolo ante la autoridad judicial para la actualización de su estatus legal.
Con la celebración del acto procesal inicia una causa que será minuciosamente atendida por los profesionales de la Unidad Especializada en Investigación de Homicidios, desde donde se realizarán las prácticas adecuadas para garantizar el ejercicio de la procuración de justicia, con apego a lo establecido por la legalidad.