AGUASCALIENTES, AGS.- Un trailero originario de esta ciudad murió en San Luis Potosí tras haber sido brutalmente atropellado por un vehículo “fantasma”, al parecer un autobús de pasajeros, cuyo operador se dio a la fuga.
La tragedia sucedió antes de llegar a la caseta de la carretera de cuota Valles-Rayón, en el poblado Santa Anita, en el municipio de Ciudad Valles, San Luis Potosí.
El fallecido respondió al nombre de Raúl Alejandro Martínez Rodríguez, de 31 años y vivió en el municipio de Jesús María.
Trabajó para Guillermo Gloria Álvarez, de 52 años, y a su cargo traía un tráiler marca Kenworth, color guinda y con placas de circulación 517-EY-6 del Servicio Público Federal.
El domingo 26 de marzo, a las nueve de la noche, salió de la Central de Abastos de esta ciudad a bordo de dicha unidad de motor para dirigirse al municipio de Huichihuayán, S.L.P., donde cargó 35 toneladas de pulpa cítrica.
El miércoles 29 de marzo emprendió el viaje de regreso a Aguascalientes, pero desgraciadamente no llegó a su destino.
Al circular por la carretera mencionada, a la altura del kilómetro 62, se detuvo y descendió de la cabina del tractocamión, aunque no se logró establecer si para comprar algo de comer o para satisfacer sus necesidades fisiológicas.
Por desgracia, fue justo en esos momentos cuando fue arrollado fuertemente por otro camión, al parecer de pasajeros, que lo proyectó a varios metros de distancia y le provocó una muerte instantánea.
El chofer del vehículo no se detuvo ya que continuó su marcha, por lo que varias personas que observaron el cuerpo del trailero tirado sobre la cinta asfáltica dieron aviso a las autoridades.
Momentos después arribaron paramédicos de la Cruz Roja, que revisaron al aguascalentense y confirmaron que ya había muerto.
Agentes de la Policía Ministerial se presentaron en el lugar y acordonaron la zona para el levantamiento de los indicios y del cuerpo, que fue trasladado al Servicio Médico Legal (SEMELE) para la práctica de la autopsia de ley.
Posteriormente, a la Subprocuraduría de Justicia acudieron la mamá del fallecido, Rosa Rodríguez, y su tío Isidro Martínez, que lo reconocieron plenamente y solicitaron la entrega del cadáver para trasladarlo hasta Jesús María y darle sepultura.
Isidro declaró a las autoridades potosinas que su sobrino era soltero y un hombre muy trabajador.