AGUASCALIENTES, AGS.- Tras haberse estado drogándose, un sujeto asesinó a un joven a puñaladas y lesionó a otro a martillazos en la cabeza en la comunidad Los Arellano, al sur de la ciudad.
Luego de la masacre, se escondió en su casa y después trató de escapar, pero fue detenido por policías preventivos y entregado a las autoridades ministeriales para las investigaciones correspondientes.
La víctima mortal fue identificada como Joaquín Reyes Chávez, de 29 años de edad, mientras que el lesionado resultó ser Fernando Sánchez, de 28 años, que tuvo que ser internado en el Hospital Tercer Milenio.
El atacante dijo llamarse José Sánchez Rangel, de 52 años, que también recibió atención médica y luego fue enviado a prisión.
Los hechos sucedieron el lunes 12 de septiembre, alrededor de las dos y media de la tarde, en el patio de la finca número 309 de la calle Salvador Díaz en Los Arellano.
Los tres individuos se reunieron en dicho lugar para intoxicarse y lo estuvieron haciendo de manera tranquila hasta que en determinado momento, por causas desconocidas, José comenzó a discutir con Joaquín, mientras Fernando los observaba.
Cerca del sitio se encontraba un menor de edad, que al ver discutir a los hombres se dirigió a un baño para satisfacer sus necesidades.
Durante la pelea, el quincuagenario sacó a relucir un cuchillo y con éste comenzó a apuñalar a Joaquín, que no pudo defenderse.
En esos instantes, el niño salió del baño y vio cómo Joaquín era apuñalado, por lo que se asustó.
Al ver la agresión, Fernando decidió intervenir y le lanzó un ladrillo a José, impactándolo en la cabeza, por lo que comenzó a sangrar.
Ante esto, José se le fue encima a Fernando y le tiró varios golpes con el cuchillo, provocándole algunas heridas en diferentes partes del cuerpo.
No conforme, el quincuagenario le roció gas lacrimógeno en la cara y tomó un martillo para con éste propinarle varios golpes en la cabeza a Fernando, provocándole varias heridas y un sangrado abundante.
Al ver esta escena, el menor de edad decidió retirarse del lugar corriendo, aunque gritó para alertar a los vecinos.
Luego de lo anterior, José decidió darse a la fuga a su casa, en el 307 de la calle Salvador Díaz, es decir, a un lado de donde ocurrieron los hechos.
Los familiares de Joaquín se dirigieron al sitio y al verlo tirado y ensangrentado pidieron ayuda a los servicios de emergencia, además de que se trasladaron a la casa de José para exigirle que saliera.
Instantes después arribaron paramédicos de la Cruz Roja, que revisaron a Joaquín y confirmaron que ya había muerto, por lo que auxiliaron a Fernando y luego lo trasladaron al hospital a recibir atención médica por los martillazos recibidos.
Oficiales de la Policía Preventiva también hicieron acto de presencia y los familiares del fallecido les señalaron dónde se encontraba el que lo apuñaló, acusándolo de que se dedicaba al tráfico de drogas.
Los uniformados rodearon la casa de José, que al verse perdido salió por la parte posterior y trató de escapar, pero fue detenido en las calles Refugio Esparza Reyes y Manuel Ávila Camacho.
Los elementos se dieron cuenta que el quincuagenario sangraba de la cabeza por el ladrillazo que recibió y al cuestionarlo sobre los hechos, aseguró que Joaquín y Fernando se habían metido a robar a su casa, por lo que llamó a la Policía pero no le hicieron caso y entonces los enfrentó y se defendió.
No obstante, los parientes de Joaquín les indicaron que en realidad los tres se estaban drogando cuando de pronto comenzaron a discutir y José lo apuñaló hasta matarlo.
Al lugar de los hechos arribaron las autoridades ministeriales para iniciar las investigaciones correspondientes y trasladar el cuerpo del asesinado al Servicio Médico Forense.
Mientras tanto, el detenido fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público acusado por los delitos de homicidio y lesiones.