- Un ‘amigo’ lo citó en un lugar, pero al estar esperándolo los que llegaron fueron sicarios a balearlo; está grave
- “NO HE BAJADO LA GUARDIA NI UN SOLO INSTANTE EN LAS ACCIONES ENCAMINADAS A FORTALECER LA SEGURIDAD”: ALEJANDRO TELLO
FRESNILLO, ZAC.- Un joven fue víctima de una emboscada para intentar ejecutarlo en este municipio, ya que un ‘amigo’ lo citó en un lugar, pero al estar esperándolo sentado en una banqueta los que llegaron fueron dos sicarios en una motocicleta y lo balearon, hiriéndolo de gravedad.
Los atacantes huyeron y el agredido tuvo que ser hospitalizado.
Se trata de Víctor Hernández Hernández, de 23 años de edad y con domicilio en la calle Granados del fraccionamiento Los Olivos.
El intento de homicidio ocurrió el domingo 27 de septiembre, alrededor de las 01:18 horas, en la calle Gladiadores de la Palabra del fraccionamiento Abel Dávila García, en Fresnillo.
Previamente, Víctor recibió una llamada telefónica por parte de un ‘amigo’, que le pidió que lo esperara en dicho lugar, por lo que confiadamente se trasladó a esta calle y se sentó en la banqueta para aguardar su llegada.
Sin embargo, repentinamente aparecieron en escena dos sujetos vestidos de negro y que tripulaban una motocicleta, los cuales le dispararon para intentar privarlo de la vida.
El joven no esperaba tal ataque y no tuvo oportunidad de ponerse a salvo, por lo que fue alcanzado por los proyectiles.
Luego de la agresión, los responsables huyeron en la “jaca de acero”, mientras que los vecinos del lugar, que se dieron cuenta de los hechos, los reportaban al servicio de emergencia 911.
Policías estatales preventivos y municipales se trasladaron al lugar al igual que paramédicos de Protección Civil y Bomberos, que encontraron a Víctor todavía con vida pero grave de salud ya que presentaba heridas de bala en la pierna derecha, con probable fractura, por lo que lo trasladaron a recibir atención de urgencia al Hospital Regional, aunque alcanzó a comentarles que un ‘amigo’ lo citó en ese lugar y estar esperándolo fue baleado.
En el lugar quedaron tres casquillos percutidos calibre 9 milímetros, que posteriormente fueron asegurados como evidencia.