CALVILLO, AGS.- Un sujeto conocido como “El Pingüino”, que tenía poco tiempo de haber salido de un anexo, fue ejecutado degollado en un yonke en el municipio de Calvillo.
Los sicarios que lo privaron de la vida se dieron a la fuga y no fueron detenidos por los elementos de las corporaciones policíacas que se movilizaron tras la mortal agresión armada.
“El Pingüino” fue identificado como Édgar Armando Silva García, de 36 años de edad y que contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud.
El homicidio se consumó el viernes 3 de junio, minutos antes para las seis de la tarde, en la calle Independencia de la colonia Independencia, en Calvillo.
Édgar Armando se encontraba en dicho lugar cuando de pronto fue blanco de la agresión que le costó la existencia.
Una versión indicaba que al yonke llegaron dos sujetos a bordo de una motocicleta en color verde, quienes trataron de sacar a la víctima pero ésta opuso resistencia, por lo que lo agredieron y enseguida se dieron a la fuga.
Otra versión señalaba que “El Pingüino” iba caminando cuando un sujeto se le aproximó, lo agredió y posteriormente huyó a bordo de una camioneta en color tinto.
Testigos reportaron los hechos a los servicios de emergencia y al yonke acudieron policías estatales y municipales de Calvillo, que confirmaron el ataque, así como paramédicos del ISSEA en la ambulancia ECO-274, que revisaron a la víctima y confirmaron que ya no presentaba signos vitales.
Édgar Armando vestía pantalón azul de mezclilla, playera del mismo color con estampado y calzaba unos tenis en color blanco.
El yonke fue resguardado para preservar el escenario de los hechos.
Al lugar también llegaron poco después elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano para tomar conocimiento de la ejecución.
Los policías desplegaron un operativo en busca de los ejecutores, pero no los localizaron.
Agentes del Grupo Homicidios de la Policía de Investigación iniciaron las pesquisas correspondientes, mientras que elementos de la Dirección General de Investigación Pericial levantaron el cuerpo de Édgar Armando y lo trasladaron al Servicio Médico Forense, donde se le practicó la necropsia de ley y se determinó que murió de una herida producida por instrumento cortante a nivel de cuello, con laceraciones de tráquea, esófago, carótida y yugulares.