AGUASCALIENTES, AGS.- Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Fiscalía General del Estado detuvieron a un sujeto y una mujer que participaron en una doble ejecución en el municipio de Pabellón de Arteaga.

Se trata de Jesús “N” alias “El Canica” y Vanessa “N”.

En conferencia de prensa celebrada en las instalaciones de la SSPE, las autoridades los señalaron como los probables responsables de los homicidios de Geovanni Ramírez López, de 27 años, y Jonathan Leonel Villanueva, de 20, ocurridos el lunes 20 de febrero de este año.

Además, informaron que “El Canica”, tras el homicidio, se fue a esconder en un centro de rehabilitación, donde lo localizaron y detuvieron.

LAS EJECUCIONES

Dos hombres fueron ejecutados a balazos con arma de fuego larga en el interior de un “picadero”, un lugar utilizado para la venta y consumo de drogas, por parte de dos sicarios que viajaban en una motocicleta, en la que lograron escapar.

La doble ejecución ocurrió el lunes 20 de febrero, alrededor de las 20:45 horas, en la privada Benito Juárez número 54 en el Barrio de Carboneras, en el municipio de Pabellón de Arteaga.

Los asesinados fueron identificados como Geovanni Ramírez López, de 27 años y de ocupación albañil, y Jonathan Leonel Villanueva, de 20 años de edad.

De manera extraoficial trascendió que uno de los dos ejecutados era conocido como “El Colas” y que ambos individuos contaban con antecedentes penales por robo y narcóticos.

Las primeras investigaciones realizadas por las autoridades revelaron que las dos víctimas se hallaban en el inmueble mencionado cuando de pronto arribaron los dos sicarios a bordo de una motocicleta.

El que viajaba como copiloto descendió de ella y disparó en repetidas ocasiones en contra de los dos hombres, que no tuvieron ninguna oportunidad de ponerse a salvo y fueron alcanzados por los proyectiles.

Tras la agresión, el pistolero abordó la “jaca de acero” y se dio a la fuga con su cómplice.

Vecinos del lugar escucharon los fuertes estruendos de las detonaciones de arma de fuego y dieron aviso a las autoridades.

Al lugar acudieron, por lo menos, hasta 60 elementos de las Policías Municipal y Estatal, así como de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, además de paramédicos del ISSEA, que revisaron a los agredidos y confirmaron que ya habían fallecido.

Sus cuerpos fueron encontrados tirados en el piso, boca arriba.

Además, en la escena se ubicaron 11 casquillos percutidos de arma de fuego larga y un cartucho útil.

Las autoridades fueron enteradas por los propios vecinos que el lugar donde ocurrieron los homicidios era un “picadero”, es decir, un sitio utilizado para la venta y consumo de drogas.

Poco más tarde arribaron agentes de la Policía de Investigación para iniciar las indagatorias correspondientes y elementos de Servicios Periciales, que se encargaron del levantamiento de la evidencia y de trasladar los cadáveres al Servicio Médico Forense.

Tras la práctica de las necropsias se concluyó que Geovanni murió de heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego penetrantes de tórax, abdomen y pelvis, y Jonathan de heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego penetrantes de cráneo, tórax, columna y abdomen.

Noticiero El Circo