AGUASCALIENTES, AGS.- El Juez Tercero Penal sentenció a 21 años 3 meses de prisión a Juan Israel Espino Muñoz, “El Dragón”, actualmente de 28 años de edad, acusado de haber asesinado a su concubina Leticia Rosales Cardona en octubre del 2013, al prenderle fuego de manera intencional afuera de una tienda de autoservicio debido a que tenían problemas.
El sujeto fue hallado culpable por el delito de homicidio doloso calificado con premeditación, alevosía y ventaja, por lo que además de tal pena, fue condenado al pago de 328 mil 150 pesos como reparación del daño a favor de los familiares de la víctima y de 14 mil 547 pesos como multa.
El asesinato se consumó el domingo 27 de octubre del 2013, aunque días antes los concubinos tuvieron problemas y discusiones.
Ese domingo, a temprana hora, salieron a trabajar al crucero de la avenida Siglo XXI y el boulevard a Zacatecas, donde limpiaban parabrisas y él lanzaba fuego para ganarse unas monedas.
En ese sitio volvieron a discutir, por lo que alrededor de las seis de la tarde Leticia se retiró con otro limpiaparabrisas de nombre Gerardo Ramírez Muñoz, “El Canario”, abordando ambos un taxi para dirigirse a la tienda de autoservicio ubicada en la avenida Siglo XXI, en el fraccionamiento Pintores Mexicanos.
No obstante, “El Dragón” tomó otro taxi para seguirlos ya que estaba enfurecido.
Al llegar a dicho lugar, Leticia y Gerardo bajaron del auto de alquiler y cuando iban a entrar a la tienda arribó Juan Israel y la encaró para volver a discutir.
De pronto, “El Dragón” sacó de la bolsa del pantalón una botella con gasolina y roció a Leticia para luego prenderle fuego, por lo que al ver que se quemaba se dio a la fuga hacia la casa de unos familiares.
Gerardo fue testigo de la agresión y solicitó ayuda a varias personas y a los servicios de emergencia, arribando al lugar paramédicos para auxiliar a Leticia y llevarla a recibir atención a un hospital ya que presentaba quemaduras de segundo y tercer grados en el 70 por ciento de su cuerpo.
Por desgracia, no logró recuperarse y horas más tarde dejó de existir, consumándose así su homicidio.
“El Dragón”, el mismo domingo por la noche, se arrepintió de lo que había hecho y se entregó voluntariamente en el Complejo de Seguridad Pública Municipal, tras de lo cual fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público y finalmente enviado al CERESO por el asesinato de su concubina.