AGUASCALIENTES, AGS.- Una manta puesta en uno de los costados de la Catedral de esta ciudad, provoca que la gente interrumpa su paso. Unos sonríen, otros se quedan pensativos, algunos toman una fotografía y unos cuantos se quitan la prenda que los abriga y la dejan allí. “Tienes frío toma 1, quieres ayudar deja 1”, se puede leer en el pliego blanco. A su costado, unas cinco chamarras desgastadas cuelgan de la reja del templo; una pizca de benevolencia en épocas decembrinas donde además del cobijo familiar, el frío se endurece.Entonces, en medio de uno de los inviernos más severos que se podrán ver en los últimos años según cifras oficiales, una pizca de benevolencia irrumpe en la cotidianidad de los aguascalentenses ajetreados que hacen vida laboral o van de paso por el centro de la ciudad. Lejos de la egolatría, el letrero descansa sin que nadie esté junto esperando recibir un halago. Las señoras de limpieza municipal aseguran que a las 6 de la mañana, cuando llegaron, ya estaba puesto.

Nadie sabe quién es la persona que plantó la manta; ni falta que hiciera. Por lo pronto, si de pronto se va caminando por la Calle Madero, justo al llegar a Catedral, se puede hacer mucho con tan solo despojarse de una simple prenda. Basta con dejarla colgando con el cobijo del anonimato y seguir con la convicción de darle a alguien que lo requiera una noche menos fría. En tiempos convulsos, una iniciativa que abriga.

Noticiero El Circo