AGUASCALIENTES, AGS.- Agobiada por una fuerte depresión emocional ya que tras una intervención quirúrgica tenía que usar una andadera para poder caminar, una mujer de 50 años de edad decidió ponerle fin a su existencia y lo hizo ahorcándose en el patio de su casa, al oriente de la capital.
La fémina aprovechó cuando su marido se daba una ducha para escapar por la puerta falsa, protagonizando así el suicidio 24 del año.
La ahora occisa respondió al nombre de Silvia Verónica Hernández Torres y tuvo su última morada en la calle Amistad del fraccionamiento Ojocaliente IV y/o Municipio Libre, que estuvo casada con Lidio Castillo, también de 50 años de edad.
En su mismo domicilio tenían una tienda denominada “Abarrotes Güero”, la cual atendían entre los dos, aunque a últimas fechas solamente Lidio lo hacía.
Ambos procrearon una hija, actualmente de aproximadamente 30 años de edad y que radica en los Estados Unidos, por lo que vivían solos.
Silvia padecía de depresión, pero, al parecer, nunca le manifestó a su marido que tuviera intenciones de quitarse la vida ni tampoco lo había intentado.
Lidio abría la tienda de abarrotes después de las diez de la mañana, por lo que el jueves 26 de marzo se metió a bañar antes.
Mientras se aseaba, su mujer se dirigió al patio y se ahorcó con un mecate rojo para colgar la ropa, valiéndose de que nadie la estaba viendo en esos momentos.
Al salir del baño, el comerciante encontró a su esposa suspendida, por lo que de inmediato la auxilió y descolgó, acostándola en el piso, pero al ver que no reaccionaba solicitó ayuda a los servicios de emergencia.
La llamada de auxilio se recibió al filo de las diez de la mañana, por lo que al lugar acudieron de inmediato policías preventivos en las patrullas 0460 y 0615, así como paramédicos municipales en la ambulancia 54.
Todos ellos ingresaron al inmueble, pero cuando revisaron a la mujer verificaron que ya no presentaba signos de vida, por lo que la declararon muerta.
La zona fue acordonada hasta la llegada de las autoridades ministeriales, que se encargaron de realizar las indagatorias correspondientes y de trasladar el cuerpo de Silvia al SEMEFO.
Los vecinos comentaron a las autoridades que la mujer había sido operada y que tenía que usar una andadera para caminar, por lo que ellos la veían muy deprimida, presumiendo que esa fue la razón por la que decidió suicidarse.