AGUASCALIENTES, AGS.- Pide tiempo para taparse el rostro. El miedo que tienen a las cámaras es justificado debido “a una persecución por parte de las autoridades”, dice.

Su nombre, omitido por petición, dice que en realidad no importa, sino “el movimiento de justicia por nuestros compañeros de Ayotzinapa”.

Hace cinco minutos estaba gritando consignas de apoyo por los 43 normalistas desaparecidos hace un año en Guerrero, así como algunas otras en contra del gobierno federal.

Ella es una de las 380 normalistas que llegaron hasta la Plaza Patria desde Altaria, a donde arribaron en cuatro camiones desde la Escuela Normal Rural Justo Sierra Méndez de Cañada Honda.

En medio de la o deferencia de quienes cruzan la Plaza echando una leve mirada a la manifestación, ella confirma las precauciones que habían visualizado antes de emprender su camino desde la plaza comercial del norte hasta la zona centro, “fuimos vigiladas por patrullas estatales y municipales. Nos preguntaban sobre los pormenores de esta manifestación. Nos sentimos acosadas”, apunta.

La atención policiaca no fue normal, según su criterio, no fue normal. “Custodiaron la entrada y la salida de los cuatro camiones de la contingencia de la Normal de Cañada Honda”, contó.

Rechazó haber recibido una amenaza directa por parte de las autoridades, pero sí dijo ser cuestionada con insistencia sobre los puntos de partida y el de llegada del grupo manifestante.

“Se les informó el lugar desde donde partiríamos, pero nada más. No les dijimos ni las actividades que realizaríamos ni quienes hablarían”, dijo.

En la Plaza principal, frente al Palacio de Gobierno, las estudiantes normalistas en filas ordenadas, repitieron las consignas que seis de sus compañeras repetían en el micrófono, así como de los grupos que se unieron a la manifestación.

Los ciudadanos que pasaban mostraban cierta indiferencia. Había unos que se asomaban, y enseguida retomaban su paso.

Sobre la sociedad civil, dijo que cuando marchan están expuestas a que les griten de todo. Si bien ha habido casos en los que son insultadas, esta vez fue un poco diferente. “La gente va tomando consciencia. A pesar de que desconocen totalmente las condiciones de los compañeros de Ayotzinapa y de que es un lugar de extrema pobreza. Sí hubo insultos, pero también se nos aplaudía y se nos exhortaba a que continuáramos porque no era cualquier cosa por lo que luchamos”.

Sobre la manifestación ya en Plaza Patria, lamentó que muchas escuelas normales de Aguascalientes no hayan asistido. “Yo les diría sólo que espero que el día de mañana nosotros no los estemos buscando a ellos”, manifestó.

Si bien la molestia, dijo desconocer a ciencia cierta las causas para que hayan decidido no asistir. “De cualquier modo les exhortamos e invitamos a que se unan a esta actividad porque, como lo hemos dicho, no sólo es Guerrero el que sufre este tipo de situaciones. Aguascalientes es un Estado que a pesar de que parece tranquilo, ha habido ataques a escuelas normales. Como en el 2010, cuando vivimos una represión del gobierno”, declaró.

Sobre el desconocimiento de la gente en general a las condiciones y a todo lo referente a las escuelas normales rurales, dijo que cualquiera que se quiera acercar hasta las instalaciones es bienvenido. “En Cañada Honda somos maestras en formación. Debemos de tener calidez al presentarnos ante la gente que quiera acercarse a nosotros para que vean verdaderamente lo que trabajamos allí”.

Manifestó su preocupación sobre los problemas en las matrículas que han tenido en los últimos tiempos. La razón por la que ha bajado el interés de personas por inscribirse a estas escuelas, es simple: “los padres ya no quieren que sus hijos ingresen a las normales porque piensan que los van a matar”.

Noticiero El Circo