SAIN ALTO, ZAC.- El reconocido ganadero de Sombrerete, Tomás Mier Partida, de 68 años de edad, fue ejecutado a balazos a la altura de la comunidad El Sauz, en esta cabecera municipal, la tarde del miércoles 4 de marzo tras ser perseguido en su camioneta por varios sicarios, cuando se dirigía por un veterinario.
Las autoridades indagan el móvil del homicidio y abrieron varias líneas de investigación para su esclarecimiento.
Mier Partida era exportador de ganado y propietario del Lienzo Charro “El Caballo Mojino”, antes llamado “Las Maravillas”.
De acuerdo a los primeros reportes obtenidos sobre los hechos, el miércoles, minutos después de las cuatro de la tarde, el ganadero viajaba solo en una camioneta Honda CRV, color blanco, modelo 2010, con placas de circulación ZHN-86-38 del Estado y se dirigía por un veterinario a un pueblo cercano para que atendiera a sus animales.
Sin embargo, al circular por una carretera repentinamente comenzó a ser seguido por unos delincuentes que viajaban en otros vehículos y que le dispararon en repetidas ocasiones.
Cuatro proyectiles hicieron blanco en el parabrisas, uno en el medallón y seis más entre la defensa y la puerta de la cajuela.
Ante la agresión, el ganadero salió de la cinta asfáltica y luego descendió de la camioneta, donde encontró la muerte. Al parecer, le dispararon en el pecho y su cuerpo quedó tendido boca abajo a unos metros de su camioneta, que tenía abierta la puerta del conductor, además de que tenía un balazo en la mano izquierda.
Logrado el objetivo, los sicarios se dieron a la fuga.
El asesinato se consumó cerca de El Sauz, a la altura de la Hacienda de los Bonilla.
Poco después de las 16:30 horas se reportó lo sucedido al servicio de emergencia y al lugar acudieron los cuerpos de seguridad y rescate de Sombrerete y Saín Alto, que confirmaron la muerte del reconocido ganadero.
En el sitio se presentaron oficiales de las Policías Municipal de Sombrerete y Estatal Preventiva, bomberos de Saín Alto, así como agentes de la Policía Ministerial y efectivos del 97 Batallón de Infantería.
El cadáver fue reconocido por uno de sus hijos y tras las diligencias correspondientes, peritos de la Procuraduría de Justicia lo levantaron y trasladaron al Servicio Médico Forense.