FRESNILLO, ZAC.- En el interior del bar “Casa Verde”, a una cuadra de la Presidencia Municipal, sicarios del crimen organizado ejecutaron a un hombre e hirieron a otro la noche del lunes 19 de enero, tras de lo cual huyeron tranquilamente.
Ante tales hechos de violencia, al gobernador Miguel Alonso Reyes parece que le dio el síndrome de la avestruz (con la cabeza enterrada), ya que no les da la cara a los zacatecanos ante el clima de inseguridad que se vive.
Y qué decir del alcalde de Fresnillo, Benjamín Medrano Quesada, que ya se fue de licencia y dejó al municipio inmerso en un gravísimo problema de inseguridad.
Y ahí están los hechos.
El hombre ejecutado fue identificado como Rodolfo Perales Mier, contaba con 55 años de edad y tuvo su domicilio en la calle Dorados número 23 de la colonia Francisco Villa, en este Ayuntamiento.
Mientras tanto, el lesionado resultó ser César Ibarra Pérez, de entre 50 a 55 años de edad y con domicilio en la calle Héctor Manuel Luna de la colonia Colinas del Real, que tuvo que ser internado en la clínica del IMSS para su atención médica.
El lunes, alrededor de las siete y media de la noche, los dos se encontraban en el mencionado bar cuando de pronto llegaron dos sicarios, que iban con la encomienda de llevar a cabo la ejecución de Rodolfo, que era conocido como el mandadero del bar.
Los pistoleros lo ubicaron dentro del establecimiento y le dispararon prácticamente a quemarropa para asesinarlo, aunque también lesionaron a César, empleado del bar.
Enseguida, se dieron a la fuga como si nada, por lo que otras personas que se encontraban en el sitio dieron aviso a los servicios de emergencia.
Al lugar acudieron paramédicos de la Cruz Roja, que confirmaron la muerte de Rodolfo y a César le apreciaron tres heridas de bala en una pierna, por lo que lo trasladaron al hospital.
El cuerpo de Rodolfo quedó a un lado de una rockola, debajo de una mesa, aparentemente con tres disparos, uno en la cara y dos en el pecho.
Los testigos señalaron que los sicarios eran jóvenes que llevaban cachuchas y chamarra en color gris con mangas azules, que se fueron trotando por el Jardín Hidalgo.
Poco después, al bar arribaron policías preventivos y ministeriales para tomar cartas en el asunto y elementos de Servicios Periciales, que levantaron el cuerpo del ejecutado para su traslado al SEMEFO.