AGUASCALIENTES, AGS.- Un par de jóvenes drogadictos ultimaron a golpes a una ancianita en el oriente de Aguascalientes, para luego tirar su cuerpo en el interior de un bordo ubicado sobre el Fracc. Palomino Dena.
Los hechos se realizaron la madrugada del sábado cuando Carlos Alberto Esqueda Gallardo, de 18 años de edad, y otro joven del que sólo se sabe que tiene 17 años, ingresaron a la vivienda de la hoy occisa María Landeros Prado, de 68 años de edad, para comenzar a golpearla con pies y puños en el tórax y el cráneo y de esta forma provocarle la muerte.
Después de consumado el homicidio, ambos jóvenes envolvieron su cadáver en una colchoneta y dos cobijas para luego tirarlo en el bordo ubicado en la Col. Los Pericos.
Durante la madrugada del sábado, los dos sujetos estuvieron drogándose y ya intoxicados decidieron ir al domicilio de la mujer para asesinarla y, según ellos, quedarse con su vivienda.
Alrededor de las 03:00 horas ingresaron a la finca y sorprendieron a María dormida, por lo que comenzaron a atacarla mortalmente. Ella ni siquiera pudo defenderse.
Mientras Carlos Alberto la golpeaba salvajemente con los puños, el adolescente la tomó del cuello y con un cuchillo le provocó las dos heridas.
Los dos viciosos sabían que vivía sola y Carlos Alberto llegó a decir que era su abuela, pero en realidad no eran familiares.
Después de tirar el cadáver de la mujer en el bordo, Carlos Alberto regresó a la vivienda y tuvo el descaro de quedarse a dormir en la cama en la que minutos antes la mujer se encontraba
descansando. Mientras tanto el joven menor de edad se retiró del lugar luego del crimen.
Al filo de las nueve de la mañana, una vecina de la sexagenaria se dio cuenta que la puerta de la casa estaba abierta, lo cual le pareció extraño ya que siempre la tenía cerrada, por lo que decidió ir a ver qué sucedía.
Casi a la entrada vio tiradas en el piso (de tierra) varias prendas de vestir, lo cual le pareció raro y al llegar al jacal de láminas donde María habitaba, descubrió a un sujeto acostado en la cama y dormido, por lo que lo despertó y le preguntó por ella, pero éste le contestó que no estaba.
La vecina temió lo peor y fue a platicar con el dueño de una tienda de abarrotes, que a su vez llamó a la Policía Preventiva.
De esta manera los oficiales lograron detener a Carlos Alberto para luego trasladarlo a la agencia de la Policía Ministerial.
El vicioso llevó a los investigadores a dicho embalse, donde tuvieron a la vista el cuerpo de la fémina aún envuelto y en el agua, por lo que se solicitó la intervención de los bomberos municipales, que se encargaron de rescatarlo.
Carlos Alberto delató a su cómplice, que fue ubicado y detenido mientras deambulaba por calles del Palomino Dena, completamente drogado.