AGUASCALIENTES, AGS.- La educación en nuestro país en la época postrevolucionaria se convirtió en el principal instrumento de desarrollo y progreso.

La época, postrevolucionaria fue así, la época de oro de la educación, los mejores referentes están ahí.

Sin embargo, a partir de 1982 con la llegada de los neoliberales al poder y hasta la fecha, la educación pasó a un plano secundario, no es la prioridad, el sistema educativo se sometió a los intereses de organismos nacionales y se apunta a una privatización silenciosa. El abandono de las escuelas fue una de las características de este nuevo enfoque, se ve reflejado en muchos aspectos, en la gratuidad, la laicidad, la calidad, pero principalmente y más evidente en su infraestructura física.

Son muchas las escuelas que tienen deficiencias en su infraestructura, se ve reflejado en sanitarios en mal estado, rejas que no protegen, grietas en sus paredes derivados de las fallas geológicas, mecanismos de protección en mal estado, salones de clase en pésimas y laboratorios obsoletos, etc. Es más, asevero, de no ser por las aportaciones de padres de familia muchas de ellas estarían en peores condiciones.

Ahora bien, el caso que se presenta hoy es digno de ponerle la atención debida, aclaro, no es el mejor camino el que se nos está proponiendo, adelantar recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples es una deuda disfrazada, porque se van a dejar de recibir recursos que en situaciones de normalidad si estaríamos recibiendo, este mecanismo tiene como significado apoyar a las generaciones actuales en detrimento de las generaciones futuras.

El camino deseable es que el Estado se ciñera con el cinturón de la austeridad y generara una bolsa  de recursos suficiente para apoyar a las escuelas, se escoge pues, el camino más fácil.

Por cierto, revisando los números, no queda claro si la potenciación será para los recursos que reciba el estado, o será para los particulares que invertirán sus recursos a través de los Certificados de Infraestructura Educativa.

Bajo este tenor, hay razones para no aprobar este dictamen, pero entendemos que las escuelas públicas merecen atención y merecen recibir estos recursos, y nos mueve más la preocupación que tienen los maestros, directivos, alumnos y padres de familia por mejorar la infraestructura de las escuelas. En mi condición de maestro tengo que hacerlo, porque de no ser así estaría traicionando mi siempre estricto apego a la defensa de la escuela pública. Por tal razón el voto será a favor de este tema.

Pero aclaro, el PRD estará muy atento a la aplicación de los recursos, que se haga con absoluta transparencia y apegado a la normatividad aplicable, no enterregaremos un cheque en blanco y mucho menos permitiremos que se haga un uso faccioso o electorero de estas acciones y de estos recursos.

Por último, quiero hacer la siguiente reflexión, es lógico que si se van a mejorar las escuelas en su infraestructura se tienen que establecer mecanismos para su protección, y hoy más que nunca se hace viable legislar en torno a la contratación de un seguro contra siniestros que proteja las instalaciones de las escuelas públicas de nuestro estado.

Noticiero El Circo