AGUASCALIENTES, AGS.- Un pepenador que era adicto al alcohol tuvo una muerte espantosa luego de que se registró un incendio en su domicilio en el Cerrito de la Cruz y las llamas calcinaron su cuerpo totalmente.

Las autoridades ministeriales iniciaron una investigación para determinar el origen del siniestro, ya que unas versiones apuntaban que una veladora cayó sobre material flamable y otras que el pepenador pudo haberlo ocasionado de manera intencional al encontrarse deprimido por la vida que llevaba.

El occiso fue identificado como Édgar Rubén Quezada Escobedo y contaba con 64 años de edad.

La tragedia sucedió el miércoles 10 de mayo, alrededor de las seis de la mañana, en la finca marcada con el número 301 de la avenida Perseo casi esquina con Escorpión del fraccionamiento Gómez Portugal.

El sexagenario vivía solo en dicha casa.

Hacía tiempo trabajó como albañil, pero debido a su adicción al alcohol, se convirtió en pepenador y en la vivienda juntaba todo el material que recolectaba en los contenedores para luego tratar de venderlo.

No obstante, su adicción fue mermando su estado de salud, por lo que recientemente fue internado en el Hospital Tercer Milenio, aunque el martes 9 fue dado de alta de manera “voluntaria” debido a que se estaba comportando de manera violenta con las enfermeras que lo atendían.

Aparentemente, sus familiares estaban analizando la posibilidad de internarlo en un anexo para tratar que dejara su vicio del alcohol, por lo que al enterarse, Édgar Rubén se deprimió.

Luego de abandonar el hospital, el pepenador regresó a su domicilio y no quiso que ninguno de sus hijos se quedara con él a cuidarlo, por lo que se quedó solo.

Durante la madrugada del miércoles, algunos habitantes de la calle se dieron cuenta que se estaba incendiando la casa del sexagenario, por lo que dieron parte a las autoridades a través del servicio de emergencias 911.

Policías preventivos se trasladaron al sitio y confirmaron la conflagración, por lo que fue necesaria la presencia de elementos de cuerpo de Bomberos Municipales, que se encargaron de sofocar el fuego, lo cual les llevó varios minutos.

Al acceder a la vivienda, en una de las habitaciones encontraron al pepenador, que estaba totalmente calcinado, por lo que el lugar fue acordonado.

Se presumió que el incendio pudo haber tenido su origen de manera accidental, luego de que una de las veladoras con las que Édgar Rubén se alumbraba cayó sobre material flamable, aunque no se descartó que él mismo lo pudo haber ocasionado por la crisis depresiva que estaba viviendo.

Las autoridades ministeriales acudieron al domicilio para realizar algunas diligencias y trasladar los restos del pepenador al Servicio Médico Forense.

Noticiero El Circo