No cae mal por menso sino por wey…

El Clarinetero/EL CLARINETE

AGUASCALIENTES, AGS.- Fue a la primera semana de septiembre pasado cuando una vez más no le midieron las aguas a lo que podría suceder y desde gobierno del estado en voz del Jefe de Gabinete, Javier Aguilera señaló que se preparaba una iniciativa desde esa sede para contemplar los matrimonios entre personas del mismo sexo en el Código Civil local.

De ahí la chispa de la rabia enfurecida encendió una vez más al purpurado, José María de la Torre Martín quien se lanzó con todo contra el Poder Legislativo para hasta ahorita evitar que se apruebe “esa aberración”, según comentó el dirigente de la mitra.

Al ver lo que habían provocado, no les quedo más a los diputados priístas, que hacer que “la virgen (o el obispo) les hablaba” para pasarle la bolita al “valiente” legislador por Movimiento Ciudadano, Oswaldo Rodríguez quien en noviembre presentó una iniciativa en comisiones para que se de luz verde a ese derecho de equidad.

El debate estaba a todo lo que da; marchas, manifestaciones y encontronazos mediáticos sobre todo entre la autoridad eclesiástica y algunos representantes del Poder Legislativo.

Las aguas se han calmado actualmente, y ahora el diputado presidente de la Comisión de Justicia que se dice haber estudiado derecho, aunque todo parece que igual sí fue a las aúlas, y salió malo para el ejercicio de la abogacía se refugió entre sus amistades para encontrar cobijo en la nómina oficial.

Por lo mismo no se le ocurra agarrarlo de asesor y mucho menos de litigante, seguro pierde el caso y su dinero.

El tema es que Luis Fernando Muñoz, dice que a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación el máximo órgano para la impartición de la justicia desde hace muchos Meses dio su espaldarazo para que los uniones legales entre personas del mismo sexo se lleven a cabo, salió con su patética declaración.

“No es obligación aprobarlo, porque se le restaría soberanía a los Congresos locales”. ¡Vaya! expresión.

Sabemos que tiene que obedecer a los colores institucionales de su partido, pero la verdad a veces es mejor quedarse callado y no rebuznar.

El asunto de los matrimonios homosexuales no lo para nadie, y aunque Muñoz tenga que “defender” la soberanía del Poder Legislativo es un asunto consumado, porque aunque el gobierno del estado se oponga, con un recurso jurídico que apele a la jurisprudencia quienes hayan tomado esa decisión la podrán hacer por más trabas que se les pongan.

Así que ya saben, si buscan un abogado, no vayan al Congreso y menos con este pueril y simplón diputado.

Noticiero El Circo