AGUASCALIENTES, AGS.- El hombre que fue hallado muerto dentro de un contenedor de basura en el fraccionamiento Lomas de Santa Anita, al oriente de la ciudad, era un pepenador y falleció de un infarto al miocardio.
Las autoridades ministeriales determinaron que el individuo se introdujo al contenedor en busca de material reciclable y que ya en el interior fue sorprendido por la muerte, descartando cualquier hecho violento en su contra.
El cadáver fue descubierto por unos empleados de limpia cuando vaciaban los desechos hacia un camión recolector de basura.
El occiso no ha sido identificado, por lo que solamente se informó que tenía entre 30 a 35 años de edad, que era de 1.70 de estatura, con el cabello castaño, corto y ondulado y que tenía un tatuaje en el brazo izquierdo. Vestía playera tipo polo color verde, sudadera roja y pantalón de mezclilla.
El lunes 9 de octubre, minutos después de las dos de la madrugada, los trabajadores de limpia llegaron a la avenida Canal Interceptor casi esquina con la calle 1810, en Lomas de Santa Anita, para vaciar la basura que se encontraba en un contenedor.
Los empleados municipales iban en el camión número 3131, un International en color blanco, que era conducido por Juan Martín.
Los que iban en la parte de la tolva descendieron de ella y engancharon el contenedor para vaciar los desechos, pero mientras lo hacían descubrieron entre la basura el cuerpo de un hombre.
Por lo anterior, de inmediato colocaron el contenedor en el piso y al ver que el individuo no se movía decidieron dar aviso a los servicios de emergencia.
Eran las 02:14 horas cuando se recibió el reporte del hallazgo, por lo que al lugar mencionado acudieron policías municipales y estatales, además de paramédicos del ISSEA de la ambulancia ECO-343, que encontraron a la víctima ya en el camión recolector y al revisarlo confirmaron que estaba muerto.
Por lo anterior, la escena fue acordonada y momentos después arribaron agentes de la Policía Ministerial y elementos de la Dirección de Investigación Pericial, que se encargaron del levantamiento de los indicios y de trasladar el cuerpo del desconocido al Servicio Médico Forense para la práctica de la necropsia de ley, que determinó que pereció de un infarto.
Se estableció que el finado era un pepenador que entró al contenedor de basura para buscar objetos que le sirvieran y ahí sufrió el infarto que acabó con su vida.