El Música/El Clarinete

AGUASCALIENTES, AGS.- Gran escozor provocó entre la militancia panista la designación por parte de la cúpula del senador Fernando Herrera Avila para quien fuera su secretaria y luego ascendida a asistente, Arlette Muñoz.

Con solo 1 año como militante panista fue  distinguida con la precandidatura a diputada federal por el Distrito II, su madrina ni más ni menos otra digamos nueva blanquiazul, la actual diputada local, Sylvia Garfias quien no tiene ni siquiera 4 años como miembro de Acción Nacional.

Este tipo de acciones de oportunismo es lo que les calienta el buche a la raza panadera, porque hay personas que se han partido el queso, el lomo y todo lo demás a la hora de los trancazos, juntando gente,  tocando puertas, pegando calcas, ondenado bandera y todo lo que se hace desde el inicio de una campaña hay qué hacer.

Pero sobre todo aguantando años el carácter del jefe político en turno, para que a las primeras de cambio les pongan a la primera o el primero que pasa por enfrente y los agarra de buenas para darles la oportunidad de escalar y destacar en el mundo de la polaca y sobre todo de agarrar dinero a carretadas que para que nos hacemos es lo que significa llegar a un puesto de esos.

Por eso ni más ni menos es el chilillo que provoca que las advenedizas y aprontones o trepadores alcancen puestos con poco o casi nada les llega.

La grilla es canija, pero como hace unos días les dijo un líder del PAN a nivel nacional a los locales, Felipe Bravo Mena, las copias nunca van a superar al original y si los blanquiazules siguen copiando las malas mañas del PRI ahora sí que con su PAN se lo coman.

Por lo pronto veremos si las mañas de las «panistas de toda la vida» aunque con pocos años de militancia logra superar la barrera de la animadversión, encono y división que han provocado toda una ola de malas vibras en su contra y se logran alzar con el triunfo primero interno y después muy pero muy complicado el electoral.

Noticiero El Circo