AGUASCALIENTES, AGS.- Cegado por el coraje y el alcohol ya fue sacado del bar “El Gato Azul”, ubicado en la colonia Las Flores, por agredir a una mujer que lo acompañaba, un empresario estuvo a punto de asesinar a balazos a tres parroquianos y logró lesionarlos, por lo que tuvieron que ser hospitalizados.
El agresor, por su parte, trató de huir en un automóvil, pero oficiales de la Policía Preventiva lo capturaron tras una persecución y aseguraron el arma de fuego con la que los atacó.
Las víctimas resultaron ser el enfermero Amehd Antonio León Juárez, de 39 años y con domicilio en el fraccionamiento Villas del Río; Sergio Silva Hernández, de 41 y con domicilio en el Infonavit Ojo de Agua y/o fraccionamiento Casa Blanca, y el mecánico Jesús Alberto Carranza de León, de 26 y con domicilio en el fraccionamiento Santa Anita.
El primero fue internado en el Hospital 1 del Seguro Social con una herida en el muslo izquierdo con orificios de entrada y salida y otra herida en el gemelo izquierdo sin orificio de salida; el segundo en el Hospital Miguel Hidalgo con una herida en la espina ilíaca derecha con salida en el muslo posterior derecho, y el tercero en el Hospital 2 del Seguro Social con una herida en la rodilla derecha con orificios de entrada y salida y otra en la pantorrilla izquierda, donde la ojiva se le quedó alojada.
El pistolero que los baleó dijo llamarse Alejandro Ruiz Salinas, de 39 años, originario de La Piedad, Michoacán, y con domicilio en la calle José María Velazco del fraccionamiento Santa Anita.
Este sujeto hace 9 años llegó a esta ciudad procedente de León, Guanajuato, e instaló un negocio de renta de maquinaria pesada y tiempo después inició una sociedad con un hombre de nombre Javier “N”, con el que formó la empresa “Ruteaga Romo”.
El sábado 14 de marzo, a las 5 de la tarde, Alejandro y una mujer de nombre Karla “N”, de 37 años, asistieron a una comida en el Ejido Las Cumbres invitados por su socio Javier, donde él tomó cerveza y tequila, retirándose a las 00:00 horas ya del domingo y dirigiéndose al bar “El Gato Azul”, ubicado en la calle Laureles casi esquina con Begonias de la colonia Las Flores, a bordo de un auto Nissan Altima, color gris, modelo 2010 y con placas AEX-12-54.
La pareja ocupó una mesa y pidió unas cervezas, pero en determinado momento comenzó a discutir, por lo que Alejandro, por lo tomado que estaba, jaloneó a Karla de los cabellos y la bofeteó.
Al ver esto, Sergio intervino y le dijo que era una dama y que no le pegara, pero Alejandro le contestó “…qué te importa, es mi esposa…”, aunque dos meseros se aproximaron para pedirle que se calmara o saliera del bar.
Tras el incidente, Alejandro y Karla fueron sacados del bar, por lo que él se molestó y en el auto llevó a la mujer a su casa en Santa Anita, donde tomó un arma de fuego escuadra marca Colt, calibre .38, que había comprado en León, y regresó solo al negocio en busca de venganza.
Al volver y entrar con la pistola en la mano gritó “…quién es el hijo de su puta madre que me quiso sacar…” y enseguida comenzó a disparar a diestra y siniestra, hiriendo a los tres clientes mencionados.
Justo en esos momentos, por la calle Laureles pasaba un oficial de la Policía Preventiva, que escuchó las detonaciones, por lo que solicitó apoyo a su base, observando que Alejandro salía corriendo del bar con un arma en la mano y subía al Nissan Altima para escapar.
Ante esto, fue en su persecución, percatándose que a la altura de un hotel en la misma calle arrojaba la pistola, logrando darle alcance en las calles Orquídeas y Begonias, donde fue detenido y luego aseguró el arma, que ya no tenía cartuchos.
Mientras tanto, los tres hombres baleados fueron llevados a recibir atención médica a los hospitales mencionados, donde quedaron internados.
El detenido, junto con el arma y su auto, fue puesto a disposición de las autoridades ministeriales para las investigaciones correspondientes, aceptando haber hecho disparos dentro del bar por coraje.