Por: El Mago
Con todas la de la Ley, pero la “Ley de Herodes”, que dice muy bien: o te chingas o te jodes; el famoso ex Diputado y futuro Diputado del Partido Verde Ecologista de México, Sergio Augusto López Ramírez, ha sido uno de los más ganones de la elección anterior. A él ya no le interesa si la impugnación de Lorena Martínez avanza o no, pues aunque se supone que estaba en su equipo hacia la gubernatura, el ahora comisionado del Comité Ejecutivo Nacional también se sentó varias veces a tomar acuerdos con Martín Orozco y Gabriel Arellano.Así como ha sido una de sus particularidades, vestirse como árbol de navidad o la representación más ruin del arcoíris, el excéntrico funcionario se dedicó a apostarle a quien más le ofreciera por su poder dentro del partido, a tal grado de ofrecer sus bases de datos como para que el PAN acudiera a visitar a sus líderes.
Para ningún verde, y vaya que están verdes, resulta extraño leer estas líneas, puesto que ha manejado a todos a su antojo. No le dio manga ancha al presidente del partido, Gilberto Gutiérrez, tampoco permitió que nuevos cuadros tuvieran oportunidad de crecer, a menos que le dieran el diezmo disque como cuota de partido.
Con estas acciones, Sergio ha logrado mantenerse como el pilar indestructible del verde, con cimientos de corrupción, tráfico de influencias y negocios al por mayor, no es de a gratis la lujosa casa en la que vive, que aunque tenga fachada de salón de eventos es sin duda un edificio pagado con nuestros impuestos.
Dicen muy bien que las apariencias engañan, pues si Sergio hiciera política así como se viste, otro gallo cantaría. Pero su plumaje le ha valido para colocar a su primo como regidor en el Municipio de Cosío, primero lo tuvo trabajando como portero en las instalaciones de su partido y ahora resulta que Orlando Adame Ramírez va a aprobar hasta cuentas públicas. A eso hay que sumarle las posiciones que ha buscado para su hija, Jenny Janeth López Valenzuela, a quien ha ubicado como primera regidora de la capital y propuesta para una diputación local, así como diversos cargos en el partido.
Así que no hay para dónde moverse en ese partido, donde el verde es cada vez más obscuro.